Neurociencia para entender al consumidor

Fecha - 10 Septiembre 2019

Entender al consumidor es clave en una buena estrategia de marketing y, en esto, la neurociencia es un gran aliado.

Y es que la neurociencia, aunque no suficientemente conocida y difundida dentro del mundo de marketing, es tan relevante para esta disciplina que actualmente se están desarrollando varias investigaciones y estrategias que conforman un área conocida como neuromarketing.

El neuromarketing, analiza los procesos mentales de los consumidores y nos ayuda a entender por qué toman unas decisiones u otras en los procesos de compra. Puede ayudarnos, por tanto, a elaborar mejores planes de marketing, con contenidos más enfocados y orientados a obtener los resultados que esperamos de una campaña.

Estrategias de Neuromarketing para los consumidores

En ActionsCALL permanecemos atentos a las innovaciones en marketing, y por eso hoy te contamos algunas estrategias de neuromarketing para crear mensajes más relevantes para los consumidores:

Emociones: la clave para retener información

La neurociencia demuestra que nuestro cerebro está más alerta y tiene mayor capacidad de retención de información cuando recibe emociones fuertes. Además, la forma en la que se perciba la información será más positiva si está ligada a emociones placenteras, y más negativa si está relacionada con emociones desagradables.

Enfoque en los instintos de las personas

Un mensaje será mucho más aceptado y retenido por el usuario si está en concordancia con los instintos de las personas. De ahí, que muchos mensajes publicitarios apelen al miedo para vender sus productos. Pero, también se puede apelar a los instintos más positivos, como el deseo, la socialización o la superación.

Todos buscamos el confort

Todas las personas, incluso las más aventureras e innovadoras, se sienten complacidas cuando se encuentran con elementos que les son familiares, ya que esto les aporta certeza, y por tanto seguridad.

Es por esto que el branding funciona tan bien en marketing, porque ayuda al consumidor a sentirse familiarizado con una marca. Y es que, ante patrones familiares, nuestros cerebros responden produciendo dopamina, una sustancia neuroquímica inductora de placer.

También somos perezosos

Ante una tarea que a primera vista nos parece compleja y que nos va a requerir tiempo y esfuerzo, tendemos a ponernos a la defensiva y ser más reticentes a entender y retener el mensaje. Por eso, la neurociencia indica que es preferible optar por mensajes sencillos y fáciles de entender para llegar a un mayor número de consumidores, y que estos retengan la información que les proporcionamos.

Incomodar también es una buena opción

Aunque llevar al potencial consumidor a una zona de confort, donde se sienta familiarizado con nuestros mensajes, suele ser una forma de despertar emociones placenteras en él o ella, y de hacer que se sienta a gusto con nuestros mensajes, a veces es bueno recurrir a la estrategia opuesta.

En ocasiones, los mensajes disruptivos producen un mejor resultado que los más convencionales. Esto se debe a que alertan al lector y le hacen estar más despierto y más atento al mensaje.

Esto es muy claro en el uso del lenguaje. Las personas cuando están escuchando o leyendo un mensaje con frases, digamos manidas, tienden a bajar su nivel de concentración y a rellenar de manera automática las frases. Si, de repente, una de estas frases no es la que esperaban, enseguida prestarán más atención.

Por ejemplo, si un usuario escucha la frase “No se le pueden pedir peras....”, automáticamente pensará “...al olmo”, y no prestará mucha atención. Pero, si en lugar de eso, le decimos “No se le puede pedir peras a un ingeniero”, lo más probable es que esta disrupción le alerte y preste más atención al mensaje.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo ayuda la neurociencia a diseñar mejores estrategias de marketing, pero lo que está claro es que el neuromarketing es una tendencia en alza que será cada vez más relevante para llegar a nuestros consumidores.